El entonces arquero campeón del mundo, Ubaldo Matildo Fillol, no atajó ningún remate, pero dos holandeses -Van der Meulen y Valke- desviaron. “El equipo holandés se presentó todo de blanco, por lo que River recurrió de urgencia a una camiseta amarilla alternativa de temporadas anteriores del club anfitrión, el Barcelona. Lo doblemente curioso es que, vestido con los colores de Boca, River ganó 4 a 2 ese tipo de definiciones que habitualmente resulta esquiva para el club de Núñez -y, por el contrario, favorable para el rival de siempre-.