Bajo la autorización y el apoyo de la FIBA se encargó el Real Madrid Club de Fútbol de su organización anual, reuniendo a equipos de la mayoría de continentes. El éxito propició una segunda edición en las navidades del mismo año bajo la denominación de Copa Latina, en un intento por recuperar la extinta competición europea y darle proyección, al igual que hiciese con la Copa Intercontinental.