El Celta mantuvo hasta finales de los años 80 una sección de baloncesto femenino que conquistó la supremacía en la canasta española al comienzo de aquella década, en la que coleccionó títulos de liga y copa de la Reina. El fabricante Puma AG primeramente añadió mangas negras para respetar la norma, pero más tarde proveyó al equipo con un uniforme de una sola pieza, esto es, camiseta y pantalón juntos.