Como puede comprobarse, Canal no pedía ningún trato de favor, aunque Rubiales debió de entenderlo así al responder que «lo que no se puede es pedirle al presidente de la RFEF que intervenga pública o privadamente en un tema que está sujeto a una decisión de un órgano disciplinario que todos deberíamos entender y respetar en cuanto a su actuación independiente y justa con base a la normativa de UEFA».