La camiseta combina blanco, rosa y gris en una serie de franjas horizontales con una textura visual que recuerda precisamente al macizo. Esta consiste en emplear tintas serigráficas que se aplican sobre un papel especial, y por medio de la aplicación de calor y una presión determinada, se logra transferir el diseño elegido a la tela. Pues alah ahí está el octavo más bonito.