El primitivo escudo del Sevilla Balompié -tomado como tal tras aparecer como un grabado en representación del club en las disputas de la Copa de Sevilla- estaba formado por un círculo con las letras «S» y «B» entrelazadas en caracteres clásicos e inscritas en un círculo. Debido a los motivos políticos el escudo que se usaba en aquellos días quedaba fuera de lugar, al prohibirse toda mención o alusión monárquica, por lo que perdió su corona.